Siguiendo con nuestra política de iros informando cómo se vive en Amatitlán, sobre todo después de las últimas lluvias que han hecho que haya aumentado el nivel del lago, uno de los trabajadores del centro de los Cerritos, Leonel, nos cuenta cómo están las cosas.

«Precisamente a raíz de las lluvias que hubo en el territorio guatemalteco, algunos ríos que desembocan el lago de Amatitlán, traían consigo basura, como botellas de plástico, bolsas de detergentes, y por supuesto arena», indica.

«Cada uno de estos se han quedado de manera estancando en algunas partes, en algunos lugares es tanta la basura acumulada, que el mal olor es perceptible. De igual manera la ‘Ninfa’ se ha ido acumulando de gran manera en las orillas del lago, y dentro de ella la basura acumulada».

«A pesar de la panorámica de contaminación del lago, muchos de los pescadores tradicionales aún siguen con su oficio. Sabiendo de los riesgos que pueden obtener luego de consumir alimentos contaminados», terminó de contarnos Leonel.