En esta ocasión os informamos directamente desde Guatemala, donde nos encontramos desde hace ya algo más de quince días. Cuando llegamos nos llevamos la sorpresa de encontrarnos con el nivel del agua del lago sorprendentemente alto, con una gran cantidad de familias viviendo en chabolas improvisadas junto a sus casas inundadas. No había parado de llover desde el pasado mes de junio y el agua ha continuado subiendo hasta hace apenas cinco días.
El lago desagua normalmente sobre el río Michatoya, pero en estos momentos las compuertas se mantienen aún cerradas para evitar la inundación de toda la ciudad de Amatitlán e incluso la de Palín, más al sur, y ambas densamente pobladas. Son los habitantes del entorno del lago los que están ahora sufriendo los mayores daños.
Hay un problema añadido pues nos encontramos sobre las entrañas del volcán Pacaya y han reventado salidas de agua hirviendo dentro de algunas viviendas. Este vapor se acumula sobre los techos y produce un goteo que aún hace menos habitables los cuartos en los que se hacinan las familias. Lo peor es que las previsiones son que la mayor parte de ellas no podrá volver a sus viviendas antes del mes de noviembre.
Con las ayudas recibidas se ha apoyado a algunas familias, pero la mayor parte de los daños se produjeron sobre las viviendas más próximas al lago y no será posible rehabilitarlas hasta que no salga el agua de su interior. En estos momentos estamos ayudando a las familias que tienen sus casas a mayor altura y no sufrieron las inundaciones del agua del lago. Ya se les ha provisto de nuevos techos. Los temores son que cuando el agua baje se descubran mayores daños de los que se había previsto inicialmente y pensamos que hará falta más recursos para poder volver habitables esas viviendas.
Las instalaciones de Infancia con Futuro están en funcionamiento y tenemos ya reparados los daños que sufrieron. Gracias al nuevo muro y a las reparaciones en la ladera posterior las constantes lluvias no han causado nuevos daños y se ha podido seguir atendiendo a los niños de una forma constante.
Queremos pensar que las lluvias nos están ya dejando y que pronto podemos comenzar a ver como las aguas del lago retroceden y permiten el regreso de las familias afectadas a sus hogares.